La instalación de Gabriel Chaile no pasa inadvertida entre la decena de exposiciones que se pueden visitar en esta ciudad.
“Salir del surco al labrar la tierra (ir hacia donde abunda el agua)”, se exhibe en la sala Ezequiel Linares (San Martín 251) del Ente Cultural, y se puede visitar en horario comercial.
El artista construye un prisma generado por el montaje que tiene, a su vez, dos secciones: en la base, se distribuyen 49 ladrillos sostenidos por sus respectivas patas; la distribución se hace a partir de siete hileras de siete ladrillos por cada lado (un número asociado a la perfección, según cuenta Chaile); cada ladrillo tiene un huevo colorado ubicado de manera diferente entre sí. Sobre cada una de estas estructuras hay bombitas de luz que descienden orientadas al centro de cada ladrillo.
Los materiales de la instalación, en particular, concitan la atención de los transeúntes, y por supuesto, todos preguntan qué significa.
Gabriel Chaile brindó una charla sobre su exposición y citó expresamente a Lenín (“Salvo el poder, todo es ilusión”) y al apóstol Pablo (“Porque cuando soy débil, soy fuerte”), lo que llamó la atención del público.